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Mark Zuckerberg el mejor agitador desde San Pablo.

Imagen: Elpaís.com 

Existen hoy en el mundo diversos conflictos que llenan las columnas de los periódicos cada mañana, en África: Egipto, Marruecos y Sudán están a la cabeza. En el oriente las dos Coreas y el conflicto en Cachemira entre Pakistán e India además de los dos clásicos latinoamericanos Cuba y Venezuela. Estos focos por el conglomerado de intereses que afectan a la política económica de occidente son los principales alfiles en el ajedrez geopolítico internacional.

Pero existe en particular un conflicto, no muy lejos de donde me siento, donde nunca he estado, pero donde espero estar pronto, ahí mientras escribo la prensa informa sobre la dimisión en bloque del partido del aún Presidente de Egipto Hosni Mubarak. Son ya doce días de protesta en las calles de El Cairo y no se ve luz al final del túnel.

Internet es peligroso para los sistemas, porque atenta al control y manejo de la información, o por lo menos eso era lo que pensaban los Gobiernos. Pero desde que Internet es social, desde que la red dejó de ser un tablón de anuncios, una sección amarilla, Internet se ha convertido en el componente más virulento de las luchas sociales

Zuckerberg el creador de facebook, además de ser un empresario visionario, es el mejor agitador político y social desde el año 63 d.C. Cuando San Pablo convirtió Antioquía en el primer centro de los cristianos convertidos del paganismo, es ahí precisamente donde surge esa denominación para los discípulos de jesucristo.

Si alguien hubiera dicho a Mark, que cumple con todos los requisitos para convertirse en el San Pablo moderno, probablemente soltaría una carcajada. Pero los tiene, ha convertido a su red social, en el mejor mecanismo de organización y movilización civil de nuestros días. Ha sido capaz de alebrestar a un conjunto de jóvenes que no tienen plan religioso ni ideológico aparte de un futuro mejor para Egipto y su pueblo.

De forma colateral facebook se ha convertido en el punto neuralgico para miles de personas que pretenden cambiar algo de su sociedad, de su país, y aportar algo para la construcción de lo que consideran un mundo mejor. Son miles los jóvenes que han utilizado facebook como el mejor amplificador de voz y una invisible paloma mensajera. 

El Gobierno descubrió el peligro que representaba Internet para avivar el clamor de las protestas, por eso intento (sin conseguirlo) silenciar lo hasta ahora insilenciable: la red. Será porque en ocasiones la ceguera de las cúpulas de poder ante su desfavorecida posición y el precario nivel de comunicación que ostentan en esta revolución de la información y la tecnología es inegable.    

El señor de facebook es el mejor agitador social desde San Pablo, ha sido la única persona capaz (sin querlo) de organizar evangelizar y movilizar a millones de personas por una causa, no solo en Egipto sino en el mundo entero. Los ejemplos y causas son innumerables, desde la protesta y movilización de la sociedad femenina en Italia contra la cultura machista que pretende implantarse en la Italia del siglo XXI, hasta la protesta por la violencia que ha generado la guerra contra el narcotrafico en México.

Dos mil años después las revoluciones sociales han cambiado de líderes y de espacios para congregarse, el líder de hoy no es humano, pero tienen un nombre, es azul con ocho letras y está en todas partes. Se multiplica y te acompaña por donde quiera que vas, incluso puede decirte tu ubicación precisa y adonde te diriges.